Dentro del marco de la gira 'Unidos por el metal', que los citados Dünedain vienen realizando conjuntamente con los riojanos ZENOBIA, el local granadino acogió un directo demoledor que se inició con la genial 'Buscando el norte', la canción que abre la última entrega en estudio de un cuarteto que lo dio todo en el escenario regalándonos temas de gran talla como, entre otras, 'Fiel a mi libertad', 'Mi alma sigue en pie' y 'La tierra de los sueños' del comentado album, o del primero, tales como 'Alas de fuego', 'Caídos', 'Por ti seré' y la que sirvió de cierre 'Por los siglos de los siglos'. La ejecución de los temas resultó impecable, y es que se nota que el grupo anda cohesionado y con muchas ganas. Con el peso de los tambores de Miguel Arias marcando el frenético sonido junto al bajo de Jacin, la buena labor a la rítmica de Mariano y con un soberbio Tony a la guitarra, la hora y cuarto que nos regaló el conjunto de Avila fue de nuestro total agrado. Destacar sobremanera el magnífico juego de voces que durante todo el bolo mantuvieron Jacin y Tony. Tenía ganas de verlos, y después de hacerlo, una vez 'conectado de nuevo', me quedo con ganas de volverlos a tener delante porque son de lo mejor que pulula actualmente por la escena metálica nacional.
Tras un breve respiro de apenas un cuarto de hora, teníamos frente a nosotros a otro grupazo como Zenobia, que con dos discos editados, 'Luchando hasta el final' y 'Alma de fuego', ya goza de la aprobación y el seguimientos de los buenos amantes del heavy metal de corte clásico. Con temas como 'La tormenta', 'Sin mirar atrás', 'Enterrado en vida' o el himno 'Lo llevo en la sangre', el conjunto formado por un enorme Jorge Berceo al hacha y la voz, su 'tocayo' Jorge Algarabide al bajo, Luis Vaquero a la otra guitarra y Javi Herrero a la batería, mantuvo el nivel de intensidad arriba ante la entrega de un público hiper motivado.El broche final lo pusieron las dos bandas interpretando el singel compuesto con motivo de la gira y que se titula igual: 'Unidos por el metal', una canción de corte pegadizo que fue coreada fervientemente por los presentes en un local pequeñito y con pocos medios que, como le oí decir a un chaval, tenía aspecto de local de ensayo... Lo que sí puedo afirmar con rotundidad, es que vivimos dos horas y media de heavy hecho con el corazón gracias a dos grupos llamados a ser, si el negocio se 'comporta', auténticas referencias de nuestro rock, y por supuesto, con proyección internacional.
Enhorabuena a los organizadores porque todo salió a pedir de boca, incluyendo el sonido, el cual podríamos decir que alcanzó la calificación de notable.
